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El proceso de la perfección
Durante el mes de Virgo, nos esforzamos naturalmente para alcanzar un estado de perfección. Los kabbalistas enseñan que esto se debe a que el Creador está más cerca de nosotros que en ningún otro mes. Imagina que una enorme lámpara ilumina directamente la superficie de tu cuerpo. Podrías ver cada detalle claramente. Lo mismo ocurre en nuestro camino espiritual: en el mes de Virgo podemos ver cada detalle espiritual con claridad.
Es por ello que los virgo pueden ver los detalles minúsculos en todo, lo cual incluye lo negativo en cada situación o persona. Y debido a que Mercurio, el planeta de la comunicación, también rige a Virgo (además de Géminis), los virgo tienen una tendencia a hablar negativamente de los demás. Virgo no es un signo negativo, ¡de hecho es bastante positivo! Sin embargo, esta energía nos afecta a todos. La razón por la que tendemos a ver lo “negativo” con más ahínco en este mes es para poder mirar en nuestro interior y pasar por el proceso de Teshuvá: el proceso de purificarnos de las semillas que han causado cualquier desconexión de la Fuerza de Luz del Creador. Nuestra meta es reconectarnos con la fuente de nuestra energía, la raíz de nuestra alma.
El mes de Virgo siempre comienza antes de Rosh Hashaná a fin de ayudar a prepararnos y purificarnos del juicio. Para que cuando llegue el Día del Juicio —el día en que nuestras almas son puestas en una balanza y los residuos de nuestras acciones salen a flote— podamos comenzar de nuevo.
La carta de la Luna Nueva afecta a todo el mes. Y este mes afecta todo nuestro año, así que ¿qué podemos aprender?
Comenzamos el mes con Venus entrando en Virgo en oposición a Neptuno en Piscis. Este aspecto trae una energía de confusión y tensión entre todo lo relacionado con el amor y el dinero. Venus, el planeta del amor, en Virgo es muy calculador y enfocado, así que todos los asuntos del corazón se vuelven prácticos. Neptuno en Piscis es universal, metafísico y opaca la realidad. Esto añade algo de tensión y confusión al práctico Venus. Este mes, tengamos cuidado con las falsas promesas de amor o dinero, atención con las inversiones y no iniciemos relaciones imprudentemente.
Durante el momento de la Luna Nueva, la Luna y el Sol todavía están en Leo, lo que suma algo de fuego y entusiasmo al seco Virgo, y nos ayuda a estar más animados a lo largo del mes que nos prepara para el Año Nuevo kabbalístico. El Sol pasará a Virgo apenas el 24 de agosto.
Mientras la Luna está en cuadratura con Urano, cualquier cosa que esté conectada con nuestras emociones y nuestro inconsciente parece estar inestable y hacernos tambalear. Una cuadratura es un aspecto que nos insta a la acción, así que dirijamos esta energía hacia la positividad y un corazón abierto. Este es un buen momento para hacer voluntariado y ofrecer servicio a los demás.
Mercurio se mueve hacia Virgo el 12 de agosto. Por lo tanto, nuestra comunicación pasa del corazón a la cabeza, lo cual es fantástico para ver los detalles en un trato de negocios. Estemos seguros de revisar todo el procedimiento, pero asegurémonos de no juzgar ni hablar mal de la gente. Tratemos de ver el panorama completo y el hecho de que todos nosotros estamos en proceso de alcanzar la perfección. Veamos la perfección en el proceso.
El 24 de agosto, Mercurio estará en oposición a Neptuno y la Luna. Esto es similar a la oposición a Venus, pero está concentrada en la comunicación. Sumar la Luna a la ecuación no facilita las cosas. Este aspecto consiste en la comunicación, la manera en que nos expresamos o escuchamos. Tengamos la mente abierta y escuchemos a los demás. Aún así, no creamos todo lo que escuchemos; revisemos los detalles. Juntemos la energía analítica de Virgo y la abstracta de Piscis.
El 2 de septiembre es el Día de la Creación. Marte en Virgo estará en oposición a Neptuno en Piscis. Este es un momento de evaluar los aspectos espirituales de nuestras metas y motivación. Mientras los planetas pasan a Virgo, el universo se prepara para la ventana de tiempo cósmica de Rosh Hashaná. La energía después se hará más analítica a fin de inclinar la balanza más hacia el lado positivo. Dirijámosla hacia la introspección y apartémosla de las acusaciones.