Más que una emoción

En uno de los anuncios más célebres del Superbowl de este año (titulado “Salvar a Sawyer”), se muestra un montaje lleno de color y sonrisas donde un perro abigarrado y de orejas caídas forja vínculos con su familia. El anuncio —acompañado de música emotiva, desde luego— lleva al espectador a través de varias emociones. Nos sentimos tristes cuando Sawyer se queda mirando por una ventana salpicada por la lluvia cada vez su familia sale de casa. Nos angustiamos cuando procede a destrozar ropa, romper lámparas y morder el control remoto, entre otras cosas. Sentimos inquietud cuando la familia encarga un transportín por Amazon (recordemos que se trata de un anuncio). Sin embargo, esos sentimientos negativos se disuelven en alegría y alivio cuando nos enteramos de que la jaula no es para Sawyer, sino para un nuevo cachorro que le hará compañía. 

Y con una escena final de los dos amigos peludos acurrucados en una cama, nos sentimos aliviados. Incluso felices. Hemos cambiado, de alguna manera, porque nos hemos conectado personalmente con la historia y la experiencia de una familia a través de la emoción. Y es que los sentimientos nos conectan con una parte de nuestra humanidad compartida, por no hablar de nosotros mismos. ¡Un estudio reciente de Kantar demostró que los anuncios que despiertan emociones fuertes en los consumidores son cuatro veces más impactantes que los que solo se basan en información!

Al entrar en el mes de Cáncer (Tamuz), los sentimientos pasan a un primer plano, junto con una enorme oportunidad de crecimiento personal. Este mes nos invita conectarnos con el aspecto emocional de nuestra naturaleza… a entrar en sintonía con los mensajes que nuestros sentimientos intentan transmitirnos. A partir de ahí, aprenderemos más sobre dónde necesitamos actuar para producir un cambio positivo en nuestra vida.
 
Nuestros sentimientos son mucho más que experiencias periféricas, son nuestros barómetros interiores, tan importantes para nuestra autocomprensión como el conocimiento o la razón. Nuestras emociones tienen la capacidad de orientarnos con increíble precisión sobre lo que funciona o no en nuestra vida. Pueden impulsarnos hacia nuestro propósito, motivarnos a asumir riesgos positivos y advertirnos de peligros o decisiones que no le convienen a nuestro ser superior. 

Ya sea que hayas nacido bajo el signo de Cáncer o no, la energía de este mes puede ayudarte a acceder a esa información esencial con mayor facilidad y claridad. Esto se debe a que bajo el exterior aparentemente sólido de Cáncer (¡piensa en ese caparazón de cangrejo canceriano!) se esconde un interior profundamente emocional con la capacidad de sentir una gran empatía por los demás. (Nota: cuando enfrentes un momento difícil, ¡Cáncer es el amigo que querrás tener a tu lado! Son ferozmente leales y compasivos… ¡Lo sé porque me casé con uno!). Esta receptividad amplificada también puede ayudarnos a estar más en contacto con nuestros DESEOS. Tal y como enseña la Kabbalah, conocer y aumentar nuestro deseo proporciona combustible para cualquier tipo de transformación.

Y más allá de su papel esencial en el crecimiento espiritual, nuestras emociones también pueden ayudarnos de maneras más prácticas. Un artículo reciente publicado por la Academia Estadounidense de Médicos de Familia citaba innumerables formas en que nuestras emociones influyen en nuestra salud. Las emociones positivas, como la esperanza, la alegría y la satisfacción, aumentan nuestro bienestar general y a menudo se manifiestan en decisiones más positivas en todos los ámbitos. No obstante, las emociones negativas, como la ansiedad y el estrés, pueden reducir la inmunidad y causar problemas con el sueño, la digestión y otros sistemas corporales. Somos más propensos a los malos hábitos (incluyendo más pensamientos negativos) cuando permitimos que esos sentimientos negativos nos consuman.

Entonces, ¿cómo podemos cultivar más conciencia emocional en los próximos días y semanas? Comienza por lo básico:

Si algo en tu vida se siente raro o negativo, presta atención. Es probable que tu brújula interna te esté guiando por un camino diferente. ¿Hay algo que deba reducirse, eliminarse o redirigirse? Por el contrario, si algo despierta emoción en tu interior (ya sabes, esa sensación de “mariposas” que te levanta el ánimo), puede ser un llamado a seguir explorando esa atracción. 

Considera cada emoción como una marca en tu propio mapa interno. Sin embargo, como con cualquier otro mapa, tenemos que aprender a leer las señales correctamente si queremos trazar un mejor rumbo.

Por eso es importante darse tiempo para procesar plenamente cualquier sentimiento fuerte antes de actuar de forma precipitada. Cáncer es un signo de agua regido por la Luna, así que es de esperar que las mareas emocionales suban y bajen de forma más radical este mes. Para contrarrestar las turbulencias, prueba realizar actividades que fomenten la conciencia plena, como la meditación, paseos por la naturaleza, yoga u otras prácticas que te ayuden a desconectarte del ruido. Cuanto más nos conectemos con nuestra calma interior, más claras se volverán las aguas y con más precisión veremos lo que necesita atención y cómo podríamos abordarlo mejor.

Por encima de todo, la energía de este mes nos pide que miremos hacia dentro, en lugar de hacia fuera. Cuando nos conectamos plenamente con nuestras emociones y los mensajes que nos envían, ampliamos nuestras capacidades para manifestar cambios en nuestra vida. Nuestros sentimientos ya no nos dominan, ni nos abruman, ni nos hacen correr para buscar resguardo. Los afrontamos. Aprendemos de ellos. 

Y a través de la decisión consciente de sentir a lo largo de nuestro camino hacia delante, descubrimos que nuestra alegría, entusiasmo y deseo también se expanden… abriéndonos a recibir todas las bendiciones que estaban y están destinadas a ser nuestras.