Contrarrestar el caos en el mes de Cáncer

Las enseñanzas de la astrología son las predecesoras de muchas leyendas, historias y creencias. Sin embargo, un hecho permanece claro, el documento escrito más antiguo y que revela los secretos más esenciales de las influencias celestiales, tanto buenas como malas, es el Séfer Yetzirá (Libro de la formación), escrito por el Patriarca Avraham por el año 1800 A.C.

La primera obra de la literatura kabbalística da más que un compendio de conocimientos astrológicos. Aclara cómo podemos alcanzar una gran conciencia de lo que nos rodea y mejorar nuestro bienestar. Desde sus profundos secretos emergen las ideas que, sólo ahora en el siglo XX, revelan las simples verdades sobre nuestro universo.

La Kabbalah, la estimulación mental más dinámica y provocativa que estuvo oculta por siglos y posiblemente milenios, recuperó esa pregunta tan importante: ¿Por qué? La mayoría de la humanidad no acepta más el enfoque dogmático sobre la existencia del hombre. La gente no acepta actitudes que estén basadas sólo en “Así es como siempre ha sido”.

La ausencia de preguntas sobre los conceptos y doctrinas establecidas ha sido destruida. La gente pide respuestas que puedan ser entendidas y que tengan buen sentido lógico.

Las personas no toman a la ligera el enfoque de los estudiosos, rabinos, sacerdotes, doctores ni los datos científicos al momento de tomar decisiones que afectarán su vida. La mente curiosa emerge como un resultado directo de una continua acumulación de caos en la que la mayoría de la comunidad mundial no ve un futuro sin violencia, desorden o incerteza. En otras palabras, las leyes de Murphy tienen a la civilización humana agarrada del cuello.

Un maestro es considerado como tal sólo en la medida en que el estudiante haya aprendido algo valioso. Un médico está capacitado para serlo sólo en la medida de la mejora de su paciente. Un verdadero asesor financiero es aquel que da un consejo que beneficia al cliente. Un sacerdote puede ser considerado como tal sólo si se mejora el bienestar espiritual del individuo.

Desafortunadamente, al asesor financiero se le paga bien a pesar de los malos resultados. Un médico recibe una remuneración aunque el paciente muera o no tenga ninguna mejora en su salud. Un sacerdote sigue ejerciendo su cargo aunque su congregación no supere sus dificultades espirituales o emocionales.

Pero en el ámbito físico y material estamos acostumbrados a pedir satisfacción o tener garantía del fabricante sobre el producto. “Satisfacción garantizada o le devolvemos su dinero” se puede leer comúnmente en el paquete de los productos. Entonces, ¿Por qué estamos preparados para, sin ninguna resistencia, aceptar una terapia sin pedir un mínimo grado de satisfacción?

Ya sea que se esté buscando ayuda física o psicológica, o consejos para perder peso, estamos acostumbrados a aceptar el fracaso en estas áreas sin pedir un reembolso. ¿Cuál es la diferencia? La respuesta parece estar en el hecho de que la comida, los carros, la ropa y otras necesidades materiales pueden ser determinadas rápidamente por su habilidad para satisfacer. La entrega de un buen cereal no necesita mucho tiempo. Escuchamos “rápido, rápido, alivio temporal” para los dolores de cabeza, la comida rápida que satisface nuestra hambre y nuestras papilas gustativas inmediatamente pero no por mucho tiempo.

Sin embargo, cuando se trata de condiciones ocultas más internas como la obesidad, la salud y otras situaciones inmateriales en su origen, tenemos que aceptar su solución sólo como una posibilidad para comenzar. De todas formas, cuando están involucrados temas de salud, el antiguo principio chino que dice que no se le paga al doctor hasta que el paciente está curado no es aceptado en el mundo occidental.

En consecuencia, cuando nuestra investigación sobre la astrología kabbalística nos lleve a la fuente del Libro de la Formación (escrito por el Patriarca Avraham), encontraremos revelaciones inesperadas que cambiarán por completo nuestra percepción sobre lo que realmente es la astrología. Comencemos por referirnos a este mes celestial que es de lo que trata este artículo.

Tamuz o Cáncer es la influencia celestial que sigue después del mes de Géminis. Tradicionalmente, el mes de Tamuz siempre ha sido considerado como un mes con influencias cósmicas negativas. A la gente se la ha advertido que no comience nuevas empresas o realice cambios durante este mes. Muchas calamidades han ocurrido bajo su influencia y dicha influencia ha afectado a todo el mundo.

Los muros de Jerusalem alrededor del Templo I y el Templo II fueron vulnerados en el día 17 del mes de Tamuz por Nabucodonosor (586 A.C.) y Tito (70 A.C.), en ambas ocasiones el hecho fue seguido por la destrucción de los Templos tres semanas después. En este día, las tablas del Monte Sinaí fueron destruidas por Moshé luego del incidente del Becerro de Oro.

El gran problema con el tradicionalismo es que los eventos se convierten en el centro de su propio significado sin reflexionar sobre la pregunta principal: “¿Qué ocasionó el evento en primer lugar?”.

Por eso, si Tamuz o Cáncer es considerado como una proyección de las fuerzas cósmicas negativas, es conveniente que reflexionemos sobre las fuerzas que produjeron estas consecuencias negativas. No debemos examinar la mano, sino el pensamiento- conciencia que indudablemente precedió a los movimientos de la mano. Sólo un tonto castigaría al dedo que por error se puso en un tomacorriente.

Por lo tanto, cuando el Patriarca Avraham designo el nombre “Cáncer” como el signo zodiacal de Tamuz, él estaba dando una pista profunda y perspicaz sobre los misterios de Cáncer. Después de todo uno podría preguntarse, ¿Avraham no pudo haber sido más considerado con aquellos nacidos en el mes de Tamuz y no referirse a ellos como cancerianos? La terrible enfermedad junto a sus temidas consecuencias debieron haber sido apartadas por completo y haberle dado un nombre más apropiado.

El primer y principal mensaje que el Libro de la Formación le da a la humanidad es que el mes de Tamuz está íntimamente conectado con la terrible enfermedad llamada cáncer. Primero que nada, cuando Avraham designó a Tamuz como un mes cuya influencia celestial fuese cáncer, dicha designación no fue sólo por darle la influencia celestial de un nombre. Después de todo, ¿Pudo Avraham haber sido más compasivo y haber elegido un mejor nombre para aquellos que estaban destinados a nacer en ese periodo de tiempo? ¿Por qué elegir un nombre tan temido como “Cáncer”?

Lo que Avraham reveló, al igual que toda la información compartida por la Kabbalah fue con el propósito específico de mejorar el bienestar de la humanidad. Avraham y todos los kabbalistas que le siguieron conocían muy bien la fortaleza que Satán y su devastador ejército de caos mantenían en todo nuestro universo. Por eso siempre resaltaron la idea de que la Kabbalah no es una religión ni una filosofía.

Al revelar información, los kabbalistas sólo tenían un pensamiento en mente: dejar ir y eliminar las cadenas de caos que rodean la garganta de la civilización humana que ha existido desde el pecado de Adán. De hecho, los kabbalistas dicen que no hay otra alternativa.

¿Cómo y cuándo se manifestó esta terrible enfermedad? En esto yace el problema que ha desconcertado a los investigadores médicos desde el inicio de sus investigaciones. Ellos están muy conscientes del hecho de que mucho antes de que el cáncer se manifieste físicamente, éste ya está presente en un nivel metafísico e indetectable. En esto yace el problema de esta y otras enfermedades: no hay manera de tratar sus orígenes en el estado no observable.

El único indicio disponible sobre el diagnóstico y el tratamiento es el tumor que se manifiesta físicamente u otros síntomas físicos. En este nivel no hay manera de determinar de dónde vino el síntoma o tumor ni saber cuándo inició, pudo haberse originado hace unos veinte o treinta años. Por eso, cualquiera que sea la prognosis o el tratamiento recomendado, el procedimiento quirúrgico u otro método de terapia se limitarán al área del nivel material. ¡No hay opción! La medicina moderna simplemente no está equipada, ni tiene el conocimiento, para abordar algo distinto al ámbito de lo físico.

Aunque durante los pasados 20 años los investigadores médicos han incursionado en el área del ADN microscópico, la información sobre niveles precedentes aún se presenta sin certeza y sin esperanza.

Es justo por esta razón que la Kabbalah reconoce totalmente el fracaso de la ciencia moderna en su enfoque hacia la eliminación de todo tipo de caos. Ningún problema ni desastre inicia en el nivel físico. Es por eso que la conciencia de Satán controla de manera suprema y sólo permite periodos intermitentes de aparente orden en nuestra vida.

Lo que la humanidad ve como orden en nuestra vida es relativo. Alguien que pasa por dificultades financieras puede sufrir un desastre en su salud y alguien que tiene buena salud puede sucumbir en algún momento frente a otro juego del caos que Satán pudo haber preparado para nosotros. Desafortunadamente, la ley de Murphy está presente y nos afecta.

Consecuentemente, lo que Avraham le dio a la humanidad es un tiempo de origen. La semilla u origen del cáncer comienza en el mes de Tamuz. Este es el periodo de tiempo de la contaminación “canceriana”. Sin embargo, para Avraham, esta información no serviría de nada si no hay manera de tomar acción sobre esta influencia y causa metafísicas. Por ello, para resaltar las medidas preventivas que era necesario tomar en este mes, Avraham sabía que ubicar al cangrejo en la constelación de Tamuz tenía, indudablemente un propósito determinado. Todos los elementos de la Creación fueron diseñados para ayudar a la humanidad a alcanzar la completa libertad del caos.

Reflexionar sobre el cangrejo da la respuesta necesaria hacia la eliminación del cáncer y muchas otras enfermedades similares desde su origen. ¿Por qué el cangrejo? ¿Por qué este crustáceo sin importancia aparente revela los misterios que rodean esta horrible enfermedad que afecta a la humanidad?

El cangrejo tiene una característica extraña en su movilidad. La personalidad del cangrejo lo hace caminar o correr hacia los lados. Esta característica inusual revela a las mentes curiosas el secreto y la naturaleza del cáncer y muchas otras enfermedades. El movimiento para avanzar del cangrejo (hacia los lados) es distinto al movimiento de los demás seres.

Cuando una persona se mueve de lado sólo una pierna avanza y espera a que la otra avance antes de volver a dar otro paso. Cuando una persona camina hacia adelante, antes de que una pierna termine de dar el paso, la otra puede avanzar sin ninguna interrupción.

Esta observación, tan simple como pueda parecer, nos revela la naturaleza de la conciencia de cáncer. Lo que ya sabemos sobre las células cancerígenas es que contienen una carga negativa extra (que indica una “conciencia del Deseo de recibir” adicional) comparada con las células normales. En otras palabras, hay un desequilibrio entre la conciencia positiva y la conciencia negativa de la célula de cáncer. Este es el problema principal de las células cancerígenas.

Cuando el Deseo de Recibir de una persona se vuelve fuerte y activo, se desarrolla una necesidad de engullir todo lo que se atraviese en su camino. Eso es lo que ocurre con las células cancerígenas y es el significado del cangrejo. Hay un desequilibrio en su movilidad. Caminar hacia los lados no permite un movimiento continuo e ininterrumpido. Un movimiento hacia adelante, que incluye la participación del balance entre la izquierda y la derecha, produce un ritmo armonioso.

Por eso no nos sorprende cuando se nos dice que las personas felices no desarrollan cáncer. Una persona feliz es la que tiene la conciencia de dar y la de recibir. Por eso, en el mes de Tamuz, yo insto a todos encarecidamente a realizar un esfuerzo organizado para contenerse y abstenerse de pasar por eventos de enojo o disgusto. El origen de esos sentimientos es un agresivo Deseo de Recibir para Sí Mismo.

Debemos esforzarnos en aumentar nuestras actividades de compartir, especialmente en los momentos de crisis sin resolver. Esta situación sólo puede aumentar nuestra conciencia negativa. Si vemos que nuestra perspectiva mental es amenazada por la falta de certeza, el desorden y el caos, entonces debemos meditar inmediatamente sobre, la letra Jet (ח) y la letra Tav (ת) junto a la poderosa conexión celestial llamada Ana Bejóaj. El Libro de la Formación trata sobre esto.

Si alguno de nosotros ya manifestó la semilla de cáncer en su cuerpo, el mes de Tamuz es el canal más poderoso y espectacular para la eliminación de las células cancerígenas. Ten en cuenta que nuestro universo está basado en el principio de la paradoja. Una mordedura de serpiente es tratada con veneno de serpiente. Para inhalar hay que exhalar.

Al mismo tiempo que este mes de Tamuz canaliza la semilla de cáncer, tenemos la oportunidad única de aprovechar sus poderes curativos y preventivos para contrarrestar esta terrible enfermedad. Si pensamos un poco más sobre esta idea, vemos que el mundo entero está lleno de una fuerte conciencia del Deseo de Recibir, el cual se ha expresado por medio del odio, insensibilidad y una contaminación cancerígena del ambiente.

El efecto cuántico de las actividades de cada persona puede tener una gran influencia benéfica sobre la vida de todos los habitantes de la tierra. Este mes de Tamuz le da a la humanidad la inusual habilidad de limpiar cada aspecto de su existencia. Entre más gente esté comprometida en esta labor universal de limpieza, más grande serán los cambios benéficos. Podemos cambiar la historia.

En la historia de la humanidad nunca habíamos tenido el privilegio de tener la habilidad de tomar las riendas de nuestro destino. Debemos regresar a los días en los que el mundo estaba lleno de conocimiento. Debemos volver a ser personas informadas siempre preguntándonos “¿Por qué?”.