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Entramos la semana con seis planetas en tierra: Mercurio, Marte y Venus en Capricornio, Júpiter y Urano en Tauro, y la Luna en Virgo. Hay una gran carga de energía en este elemento para lo bueno como para los retos. El elemento de tierra se asocia con la estabilidad, la practicidad, la determinación y el enfoque en la realidad material. En la parte positiva en este periodo podemos alcanzar metas prácticas y ser más objetivos, racionales y lógicos. Tenemos la paciencia para enfrentar obstáculos de una forma perseverante. Podemos ser muy pragmáticos con un enfoque en el éxito y la seguridad. Sobre todo, hay una gran energía de fidelidad y lealtad que traen compromiso en las relaciones personales y laborales. En general es un buen momento para comprometernos y tomar responsabilidad.
“Es un buen momento para comprometernos y tomar responsabilidad”.
Por el lado más retador, toda esta energía de tierra nos puede hacer caer en ser demasiado materialistas. La conexión con lo material nos puede llevar a un enfoque excesivo en la riqueza y el estatus. También podemos tener resistencia al cambio, y ser excesivamente tercos e inflexibles. El miedo al riesgo puede llevarnos a limitar oportunidades de crecimiento. Por último, la falta de expresión emocional reina y es muy evidente.
Tomemos ahora los planetas que están en Capricornio. Por un lado, Marte y Mercurio están muy cerca, y esto puede ocasionar una comunicación muy agresiva y directa a la vez de autoritaria y estricta. Tenemos que ser cuidadosos con este aspecto que no muestra flexibilidad en la área de la confrontación y la comunicación. Esta energía se siente muy pesada además que no hay compasión ni tolerancia. Tenemos que pensar en los demás y ser mucho más sensibles y, a la vez, no tomarnos las cosas personal.
No podemos pasar de largo que el Sol en Acuario rompe esa energía limitante y pesada de tierra, aportando un enfoque innovador. Tierra aporta razón y lógica, pero Acuario aporta inteligencia y la capacidad de ver las cosas desde un lugar más amplio y libre. Acuario nos impulsa a salir de nuestros límites y ver más por los demás. De hecho, es el signo de la utopía, de un mundo mejor en donde luchamos por la igualdad, libertad y fraternidad. Como es evidente, los planetas de tierra chocan fuertemente con toda esta energía acuariana.
“Si combinamos armónicamente estas energías, podemos construir algo único”.
Si combinamos armónicamente estas energías, podemos construir algo único en donde se recicla lo viejo – guardando ciertas estructuras y valores – con un toque futurista, fresco y revolucionario. Este es uno de los grandes regalos de este periodo. Otro es la capacidad de manifestar y llevar a la acción las locas y geniales ideas de Acuario, que pueden ser muy buenas pero muy fuera de la realidad. Toda esta energía en tierra puede finalmente ponerlas en orden y buscar la forma mas práctica de manifestarlas.
El sol en este caso no está solo, sino que comparte signo con el gran Plutón, el amo de la destrucción y reconstrucción. Esto hace que la energía de ambos se agudice. Como venimos diciendo en las últimas semanas, estamos en las puertas de un gran cambio social que nos impactará sin precedente. Estamos entrando a lo que el Rav llamaba la “Guerra de Gog Umagog”, la guerra de los pensamientos e ideologías que se justifica por un mundo mejor. Más que nunca es la hora de trabajar en nuestra espiritualidad, de conectar con el Creador para estar en el lugar correcto con la mente correcta.
Definitivamente parte del reto de estas energías será la falta de sensibilidad. Sabemos que el elemento de tierra no goza de una gran sensibilidad y Acuario tampoco. Esto puede llevarnos a una etapa de mucha frialdad e indiferencia. A pesar de que Acuario se ocupa por el bien social, también tiene una gran incapacidad de separar al individuo del grupo.
“Más que nunca es la hora de trabajar en nuestra espiritualidad”.
Esta semana seguimos gozando de la fase lunar conocida como la luna llena que va del 25 al 2 de febrero. Es un periodo de equilibrio, armonía y estabilidad que nos regala esplendor y éxito. La energía en este momento puede intensificarse –algo muy típico de la luna llena– afectando nuestras emociones y sentimientos. La luna llena se dio en su momento preciso en Leo que se pone de forma opuesta al sol en Acuario. Por eso podemos obtener expresión creativa, ser generosos y tener un corazón abierto. Esta lunación aporta un poco del fuego carente en el cielo que tanta falta hace.
Recuerda que los planetas influyen con su energía, pero finalmente somos nosotros los que decidimos como usar estas energías. Úsalas sabiamente.