¿Realmente los diamantes son para siempre?

Esta semana podemos conectarnos con el secreto de lo que significa “santo” realmente y cómo este concepto es relevante para nuestra vida diaria.

Mi maestro, Rav Berg, en el libro Iniciación a la Kabbalah escribe: “El concepto fundamental de santidad a menudo ha sido asociado con una la pureza de vida, la pureza de acciones y la pureza de pensamiento. Sin embargo, desde una perspectiva kabbalística, el concepto de santidad se extiende más allá del marco de ideas religiosas. La palabra ‘santidad’ debería mejor escribirse como ‘completitud’[1], lo cual implica un concepto circular de circuito, la inclusión del todo, de todas las cosas”.

“Existe únicamente una premisa en toda la Kabbalah, y una nada más. Esta premisa, a partir de la cual puede evolucionar cada idea contenida en la enseñanza kabbalística, es que el Creador lo incluye todo y carece de nada”.

Una fuerza de compartir puro no necesita nada de nosotros (ni siquiera nuestra devoción). Así que ser santo no puede tratarse acerca de una devoción religiosa por el Creador.

¡Santo o “completo”[2] se refiere a algo que es completo, nunca se desarma y dura para siempre! Algunas compañías garantizan que sus productos durarán para toda la vida, pero ¿realmente duran para siempre? ¡Probablemente no! Los diamante son para siempre, ¿o no? Si puedes darte el lujo de probar esta teoría, encontrarás que en realidad puedes pulverizar o quemar un diamante. Las joyas de diamantes también pueden perderse o ser robadas.

Entonces, ¿a qué se refiere realmente esta frase? La industria de los diamantes quiere que los consumidores equiparen la naturaleza (casi) indestructible de los diamantes con el amor eterno que uno siente por su pareja. Compras un diamante como símbolo de tu amor: ya que los diamantes duran para siempre, también lo hará tu amor. ¡Ahora comenzamos a entender!

“Santo” es un código para el plano espiritual donde todos los milagros, la libertad y la plenitud se originan, el plano conocido como Ein Sof (el Mundo Infinito).

No hay nada material que perdure para siempre, todo lo que es físico es temporal… ¡todo!

¿Qué sí dura para siempre?

La energía dura para siempre, no puede producirse o destruirse, simplemente se transforma. En la Kabbalah aprendemos que la energía se llama Luz y la revelamos mediante nuestras acciones. Nuestra alma es como una bombilla que revela la electricidad oculta de los cables ocultos de un hogar. Las únicas acciones que duran para siempre son aquellas que revelan Luz.

La sabiduría kabbalística (y cualquier otra sabiduría de la verdad) es Luz. El Rav le dijo a un sinnúmero de personas palabras de Luz que aún permanecen claras en sus mentes décadas después. ¡El Zóhar tiene más de 2.000 años de existencia y la Biblia más de 3.400 años! ¿Cuántas cosas han perdurado tanto tiempo? La sabiduría es una de las cosas que nadie puede quitarnos.

Durante el período de siete semanas en el que actualmente nos encontramos, llamado “El Ómer”, nuestros deseos transitorios se volverás más aparentes, de esta forma tenemos la oportunidad de transformarlos y revelar lo que los kabbalistas llaman nuestra verdadera esencia, un deseo únicamente por la Luz. Por ende, este es un tiempo oportuno para preguntarnos si lo que anhelamos es duradero o de corto plazo. ¿Mis relaciones tienen el potencial de durar o están aquí sólo para satisfacer temporalmente una obsesión? ¿Las cosas que veo o leo en Internet van a cambiar mi vida o simplemente van a satisfacer una pequeña curiosidad temporal?

[1] Rav Berg usaba este juego de palabras en inglés. Holy es “santo” y wholly es “completo”, cuando se pronuncian suenan igual y se refiere a que ser santo en realidad significa ser completo.

[2] Ibid.